El 2016 ya dejó ver el crecimiento o resurgimiento de algunos movimientos de derecha reflejado también en los gobiernos de diferentes países. Este 2017 muestra cierto panorama de incertidumbre y no es para menos después de la toma de posesión como presidente de Donald Trump y su orden de construir un muro entre los límites de México y Estados Unidos. Sabemos que los muros no han dejado cosas buenas a la historia, los muros separan familias, enfrían relaciones amistosas, bloquean las mentalidades, cierran el paso al desarrollo intercultural, social y económico. Si bien es cierto, hay que enorgullecernos de nuestras raíces, conocer nuestra historia, proteger nuestros intereses y derechos como país, con un muro no se solucionarán las políticas entre países y personas.
Yo como mexicana me entristezco con esta noticia, ya que existen lazos diversos de unión entre ambas naciones. Al igual que como alemana sé que el muro de Berlín marcó a este país, las generaciones de la guerra y posguerra continúan digiriendo pesadamente esa parte de la historia.
En vez de construir más muros y bloqueos mentales, yo como entrenadora intercultural les propongo construir lazos de unión, abrir nuestra mente, crear puentes interculturales entre las personas y los países. ¿Cómo lograrlo? La respuesta es fácil, conociendo más de sí mismo y del otro. No puedo hablar sobre una cultura ajena si desconozco su historia, tradiciones, rituales, si nunca he tenido contacto con personas de ese país y solamente me dejo llevar por los estereotipos y lo que dicen las redes sociales y medios y juzgo solamente por lo que veo y oigo. No puedo defender mi propia cultura, si ignoro lo que ya se vivió en mi país, si poco sé sobre mi origen y si solamente quiero ver mi realidad con mis lentes del etnocentrismo. Recuerden que el etnocentrismo solamente conoce el camino directo a la discriminación, al fascismo, al nacionalismo, al clasismo y el miedo. No nos dejemos atrapar por ellos. Tomemos la responsabilidad en nuestras manos.
La diversidad es sana, es necesaria, la migración no es un tema nuevo, es parte del origen de la historia de la humanidad, entonces ¿por qué nos asusta?
Hoy más que nunca el trabajo intercultural es importante, debería sentarse como una materia curricular en las escuelas, es el momento de sembrar la semilla de la diversidad y de la interculturalidad, para que al enfrentarnos a la globalización desde nuestra computadora, televisor, con vecinos „extranjeros“, en viajes de trabajo o vacaciones, no perdamos la batalla.
Aquí les dejo algunas citas para la reflexión:
„Todas las personas son iguales, sólo sus costumbres son diferentes“ (Confucio)
„No existe cultura mejor o peor, solamente hay diferencias culturales.“
„No vemos las cosas como son, sino más bien como somos.“ (Anais Nin)
!Viva la diferencia!
Saludos interculturales
Nancy Bravo
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